Resulta que Phillip McMullen estaba fuera de la ciudad con unos amigos cuando alguien invadió su casa y robó unos 15 artículos, pero bueno las cosas materiales van y vienen, pero ese ladrón se pasó de la raya.
Frustrado por no poder abrir la caja fuerte dirigió su mirada a una caja que estaba en la cabecera de la cama del Sr. McMullen, dentro estaban las cenizas de su difunta esposa, esparció algo de ellas e intento fumarlas.
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