sábado, 5 de abril de 2014

Rascacielos invadido en Caracas

La vida en el rascacielos invadido de Caracas

La llamada Torre de David es un rascacielos de 45 pisos a medio construir. Está ubicado en el centro de Caracas y fue invadido en el 2007.




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Adriana Gutiérrez y su hijo Carlos Adrián son dos de los 3.000 habitantes de la Torre de David




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Gabriel Rivas, de 30 años, levanta pesas en una terraza del piso 28 de la Torre de David. Desde este lugar hay una vista inmejorable de Caracas.




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José Aular posa junto a un retrato de Hugo Chávez, en su departamento de la Torre de David, un rascacielos que tiene hasta helipuerto




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Un grupo de niños juega en el lobby de la Torre de David. La construcción iba a ser un centro financiero, pero tras la muerte de su dueño en 1994 y la crisis económica en el país fue abandonada



La vida en el rascacielos invadido de Caracas

Los invasores de la Torre de David han cubierto con ladrillos algunas partes de la construcción inconclusa.




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Una vista del lobby de la Torre de David tomada desde la mitad del edificio. Los invasores habitan hasta el piso 24, pues ir hacia más arriba demanda mucho esfuerzo físico (no hay ascensores)



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La mayoría de caraqueños sostiene que la Torre de David es una guarida de ladrones, pero sus habitantes dicen ser gente honesta que escapó de los barrios dominados por el crimen.




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Los niños manejan bicicleta en una de las terrazas de la Torre de David. Los mismos invasores tuvieron que poner barreras de fierro en el borde para evitar accidentes.




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María ha montado un pequeño taller de confecciones en su departamento.





La vida en el rascacielos invadido de Caracas

Reyes fuma un cigarro afuera de su bodega en la Torre de David. Los habitantes se han organizado para imponer reglas de buena conducta en el edificio. Quienes las incumplen son castigados con "trabajo social"



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Dos hombres trabajan en el piso 30 del rascacielos




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La pequeña Génesis sale al balcón de su departamento. Las que originalmente iban a ser oficinas de lujo hoy son amplias viviendas




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Un grupo de hombres coloca barreras de fierro al borde del piso 30 del rascacielos




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Un hombre sale a dejar a sus hijos en el colegio antes de ir a su trabajo



La vida en el rascacielos invadido de Caracas

Un grupo de adolescentes se sienta en una abertura del piso 10. Desde su invasión, dos personas han muerto luego de caer al vacío: una niña y un motociclista que estaba ebrio


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Solo una parte del edificio tiene vidrios. El resto es esqueleto de concreto que ha sido cubierto con ladrillos por los invasores




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Los niños juegan en el pasillo del piso 12. Además de bodegas, en la torre también hay peluquería, dentista y los mismos habitantes administran el estacionamiento, que tiene ocho plantas



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Los vecinos aseguran que desde la llegada de los invasores se incrementaron los asaltos en la calle




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Una bodega con la imagen del Libertador Simón Bolívar en su pared.




La vida en el rascacielos invadido de Caracas

Una vista de Caracas desde el piso 44 de la Torre de David



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Una mujer camina en la azotea del lobby de la Torre de David



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Las escaleras son peligrosas porque en muchos tramos no tienen barandas a los lados.




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Beatriz completa el crucigrama mientras cuida a su nieto. Los habitantes dicen que pagaron una cuota mínima para acceder a un espacio. Ellos mismos han terminado las conexiones de luz y agua


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Francisco, de 18 años, cocina en su departamento de la Torre de David





La vida en el rascacielos invadido de Caracas


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