Resulta que el gobierno necesitaba de dicha parcela de terreno para crear una de las autopistas más importantes de toda China, y para ello tenían que derruir toda una urbanización entera, pero resultó que se encontraron con más resistencia de la esperada en un principio y una pareja de ancianos se negaba en rotundo a dejar su casa, la cual perteneció a sus antepasados y por tanto tenían un valor sentimental incalculable hacia la misma.
Dichos motivos fueron más que suficientes para que los ancianos lucharan en contra del gobierno por la casa de sus sueños durante años, y contra todo pronóstico, resultaron vencedores. Aunque eso no detuvo las intenciones del gobierno, el cual puso mucho esfuerzo y dinero en poder construir dicha carretera ya que es actualmente una de las autopistas más importantes de China. Tras darle muchas vueltas al asunto, cortaron por lo sano y construyeron la autopista alrededor de la casa, encontrando una solución que según ellos favorecía a ambos bandos.
Sin embargo, con el paso del tiempo la pareja de ancianos tuvo que acabar vendiendo su inmueble ya que vivir en mitad de una autovía era algo prácticamente imposible, por no hablar de las condiciones casi infrahumanas en las que acabaron viviendo con continuas idas de luz y cortes de agua. Esto, sumado al ruido y la contaminación producidos por la gran cantidad de vehículos que pasaban a diario por dicha casa en mitad de la carretera convirtieron el entorno de la vivienda en un sitio muy poco saludable y casi imposible de habitar, haciendo que finalmente los ancianos decidieran vender su casa en mitad de la autopista, consiguiendo el gobierno terminar de financiar al fin su querida carretera.
